domingo, 18 de noviembre de 2007

No es muy grande. Tampoco está a la orilla del mar, ni es de arena. Pero es de colores y sabe a melocotón. Está en mitad del jardín. La fachada es preciosa, ¿sabes?, yo creo que te gustará, pero mMmMm... no tiene llave. Aunque tampoco hace falta. YA que tiene muchas VEntanas por donde colarse (y sin pestillo). Así que siempre hay alguien dentro, y suele armarse mucho jaleo. Jaleo de purpurina. No tiene dirección que poner en el destinatario de los sobres, y cuando vengas hazlo mejor andando, porque los taxis se pierden, y aún no hay tren.
Aparece sin avisar. Inventamos una chimenea y nos sentamos allí a contar historias. Cogemos el jaleo y lo esparcimos por el techo como si fuesen las estrellas y nos quedamos mirando el cielo.
Bueno, ya te pasas por aqui. Y traete a alguien, si quieres. No es muy grande, pero es suficiente.
Y rompe el reloj en la puerta. Por si acaso nos quedamos sin tiempo.

2 comentarios:

Elena Mateos dijo...

Eres magia. Me gusta que a veces la compartas conmigo... y me gusta que siempre la compartas con quien le haga falta... Porque creo que no te das cuenta.
¿Una especie de duende altruista que reparte purpurina?

aelc dunna dijo...

una llave,una llave que no abre niguna puerta, solo abre sueños, y armarios llenos de ropa vieja que huele a lavanda y a años...
una llave que se proyecta sobre un recuerdo hecho foto y en una piruleta destrozda conra el suelo, por eso,y solo por eso me tragúe esa llave, y deje mi mente abierta para siempre...